martes, 24 de diciembre de 2013

Toda la sabiduría del mundo en tres palabras




Hoy os comparto un cuentecillo que acabo de leer en un magnífico libro: El alma del mundo, de Frédéric Lenoir. Es un cuento popular que también se encuentra en Cuentos de los sabios de la India, de Martine Quentric-Séguy. La verdad tiene muchos maestros y se transmite por muchos medios :)

Un viejo rey acababa de morir. Su hijo único sube al trono para sucederlo. Consciente de su ignorancia, convoca a los hombres más sabios del reino. Les pide que recorran el mundo para traerle toda la ciencia y la sabiduría conocidas en esa época. Regresan dieciséis años después cargados con libros en todos los idiomas. El rey se da cuenta de que una sola vida no sería suficiente para leer, comprender y aprender todo. Pide, pues, a los eruditos que lean los libros en su lugar, que extraigan lo esencial de ellos y redacten para cada ciencia una obra sencilla.

Los sabios tardan otros dieciséis años en constituir una biblioteca con los resúmenes de toda la ciencia y de toda la sabiduría humana. El rey ya es un anciano y sabe que no le queda tiempo para leer e integrar todas esas obras. Pide entonces a los sabios que escriban un artículo por cada ciencia, resumiendo lo esencial. Pasan ocho años más. Cansado y enfermo, el rey pide a cada uno de ellos que sintetice rápidamente el artículo en una frase. Cuatro años más son necesarios para realizar esa tarea.

Al final, escriben un solo libro que contiene una sola frase de cada una de las ciencias y sabidurías del mundo. Al consejero más anciano que le entrega dicha obra, el rey moribundo le murmura: “Dame una sola frase que resuma toda esta ciencia, toda esta sabiduría. ¡Sólo una, antes de que me muera!”.

Majestad, –dice el consejero- toda la sabiduría del mundo cabe en tres palabras: vivir el instante.

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