lunes, 12 de agosto de 2013

Filosofía de Aventura + Fluir con la vida


Una de las cosas que muchas personas quieren experimentar es la sensación de fluir con la vida. Se puede definir fluir como avanzar sin esfuerzo y en armonía con el medio. Bueno, lo de sin esfuerzo... dejémoslo mejor en armonía con el medio. Se puede confundir fluir con dejarse llevar. Para mí no es lo mismo, fluir es armonía y eficiencia. Por eso elimino la ausencia de esfuerzo e incorporo el concepto de eficiencia, fluir es progresar en armonía con el medio y de la manera más eficiente. No es dejarse llevar, no es dejadez, es maestría y alto rendimiento.

Esto lo podemos ver en muchísimas actividades de aventura o en casi cualquier actividad. El Surf pueda ser una de las actividades que más relacionemos con fluir, no en vano es un deporte de deslizamiento. Para fluir sobre las olas montado en un tabla, no basta con querer fluir y dejarse llevar. Requiere sus buenas horas de práctica, entrenamiento y esfuerzo físico y mental. Antes de lograr fluir sobre la tabla y una ola tienes que haber nadado sobre la tabla hasta la posición adecuada frente a la ola, conocer cuál es esa posición lleva un tiempo. También hace falta paciencia, a veces mucha paciencia, hasta que la ola llega y te encuentras en la posición acertada. Toca entonces dominar la técnica para ponerse de pie en la tabla y cabalgar la ola. Y cuando todo esto lo has repetido incontables veces, entonces, cuando crees que ya lo tienes dominado, vienen los bofetones.

Es parte insalvable de todo proceso de maestría, cuando ya te confías y crees que lo tienes dominado, te la pegas. Al pegártela te vuelves humilde y vuelves a conceder su justo valor a todo lo que has aprendido. Es entonces cuando te alcanza parte de la veteranía y entonces puedes empezar a fluir en excepcionales ocasiones. Disfrutar de experimentar esa sensación incomparable de estar en armonía con el medio, de estar en tu punto justo y hacerlo todo a la perfección, aparentemente sin esfuerzo y resultando en una óptima eficiencia. Es una sensación sin igual.


Yo veo el fluir como una expresión de la maestría, como en las artes marciales. Cuando ya dominas el arte, todos los movimientos y golpes. Entonces el maestro te insta a que olvides todo, a que no pienses, que dejes que tu cuerpo fluya en un combate, en una danza armónica con el contrincante. Una danza en la que la maestría inconscientemente asimilada por nuestro cuerpo nos guía en los movimientos y nuestra mente intuitivamente encuentra el momento justo para influir en la danza y aplicar los golpes de la manera más acertada.


En la escalada también ocurre, podremos haber visto diferentes casos de escaladores peleándose con la roca y otros que parece que fluyen y danzan sobre ella sin aparente esfuerzo. Claro, sus horas les ha llevado fortalecer su cuerpo, su mente, dominar los gestos, descifrar las secuencias. Y luego está la esencia de cada uno, el estilo propio más armónico y fluido, más estático y explosivo... cada cual se expresa como gusta.

Esa ansiada sensación de fluir es fruto de una maestría. La distancia entre querer y poder siempre se acorta con el entrenamiento. A fluir con la vida, a ser maestros en nuestro arte de la vida! :)


Originalmente publicado en Diario Mistral

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