viernes, 10 de mayo de 2013

Amor, de nuevo.


Hoy iba a escribir sobre el día de ayer, sobre el placer y la suerte de poder colaborar en el aprendizaje y la construcción del pensamiento crítico en adolescentes. Es una suerte, y un disfrute ver cómo aprenden, cómo piensan, cómo cuestionan, cómo critican, hasta lo que yo les digo lo critican, y eso es lo mejor :) pasa de ser una clase para ser una experiencia de diálogo, debate y enriquecimiento mutuo. Ya escribiré sobre ello en otro momento porque hoy toca Amor, de nuevo.

Sí, porque por si quedaba alguna duda, lo confieso, soy un romántico. Creo que el amor es lo más grande que se nos ha permitido al ser humano, creo que es nuestra verdadera marca diferencial. La fuerza de voluntad no es otra cosa que una expresión de amor, las ganas y la constancia para alcanzar lo que creemos que amamos. La gestión, la correcta gestión del amor y todas sus emociones asociadas, eso sí que sería el gran aprendizaje en la vida. He visto a grandísimos profesionales en sus sectores caer destrozados por amor, perder todo su valor y su capacidad de acción por haber discutido con su pareja, o por descubrir que su relación se deteriora y no saber entender el porqué o cómo solucionarlo. Grandísimas personas muy capaces y muy profesionales, perder todo el ánimo, todas las ganas de hacer nada más, porque su relación de amor no funciona bien. En contraparte también he visto a personas menos capacitadas, impulsadas por toda la fuerza de un amor sano, consiguiendo metas inalcanzables para ellos y cualquier persona mucho más capacitada.

El amor, nuestra gestión, nuestra vivencia personal del mismo, o la ausencia del mismo. Es de las cosas que he visto que más nos influye en la vida. Y tenemos los cojones de dejarlo al azar. Creemos que el amor es una lotería y que los hay con suerte y con menos suerte. Que enamorarse es cuestión de suerte, que amar es algo natural, intuitivo y que todos tenemos la capacidad natural de amar, y amar bien además. Ya... pues yo creo que no.

Como decía un amigo “Escalar, escalar es la hostia, y encadenar, eso ya tiene que ser una pasada”
Pues con el amor igual, “Amar, amar es lo más grande, y ser adecuadamente correspondido, eso ya tiene que ser...”

Amar es cuestión de ganas, señoras y señores, ganas. Al final todo se resume a las ganas, puede más quien quiere que quien puede, pues eso, que no pudiendo ser, si queremos puede ser.


Creo que empecé a enamorarme con 14 años? Bueno, con 14 años tuve mi primera novia, imagino que enamorarme me enamoraría mucho antes, otra cosa fue conseguir llevarlo a buen puerto. Pues desde entonces no he parado de darle vueltas al asunto de las relaciones de pareja, el amor y las relaciones de pareja está en lo más alto de mi escala de valores. Creo que siempre lo he tenido claro, si tengo un buen amor, todo lo demás me importará menos. Y mientras no lo tengo, pues voy consiguiendo lo mejor de todo lo demás, por si pudiera suplir el hueco que falta mientras llega :)

Ya en primero de carrera conocí a una grandísima compañera de vida, chorradas, risas y aventuras. Nunca nos liamos, y cada vez tiene menos pinta de que eso pueda pasar en el futuro, jajajaja. El caso es que nos dimos cuenta que la gente que nos rodeaba no tenía ni idea de ligar y montamos una escuela de ligue. Escuela de ligue que luego cada uno fue llevando por su cuenta entre sus conocidos y allegados. Nosotros como maestros teníamos que ser expertos, expertos en cagadas y errores se entiende. Porque claramente es sabido que para dar consejos tienes que haberla cagado tú previamente. También tenemos nuestras técnicas infalibles, o no. Creo que todo se parece mucho a todo, y como en la gestión empresarial hay técnicas y pautas, modelos de conducta contrastados. Ya. Una grandísima película que me encanta y no me canso de ver es “Hitch, especialista en ligues” del grandísimo Will Smith. En esta peli empieza explicando principios básicos y el final no os lo cuento por si no la habéis visto. Pues la vida es así, eso es lo que hay. Hay mil técnicas de seducción, de ligue, de gestión empresarial y del matrimonio. Y luego está la maestría, como en las artes marciales, apréndelo todo, practícalo hasta el dominio absoluto y luego olvídalo todo para que puedas vivir la vida sin pensarla, como un arte.


Bueno, pues en eso ando desde hace un tiempo, olvidando todo, negándome a usar las técnicas contrastadas y que siempre funcionan, quiero pasar del amor técnico al amor artístico. Y me han dejado, si, claro que me han dejado, en otras ocasiones también he dejado yo, esto del amor es así, hay que construirlo y hay que alimentarlo. Tiene mucho de comunicación y ganas, sobre todo ganas. Porque entiendo que el amor se acaba, o no es tan fuerte o grande como esperábamos y se pueden acabar las relaciones. Y quiero pensar que cada intento nos da nuevos aprendizajes, nos acerca más a la maestría del arte. Lo que no mola es que en vez de crecer encojamos, en vez de aprender acumulemos miedos y traumas. Esa no es la vía del escalador, cada caída, cada intento suma en el proceso de alcanzar la cadena. Si cada vez que nos caemos pasamos a probar una vía de menor grado por miedo a caer de nuevo... que vida más rara no?

Por favor, reconozcamos los motivos reales de la caída si es que los hay, no nos engañemos. Se acaba, se acabó. A veces lleva un tiempo descubrir los motivos reales de la caída. Pero engañarnos no nos ayuda. Me caí porque el canto estaba mojado, vale. Me caí porque no estoy fuerte, no estoy a la altura de la vía, no es para mí, bla bla bla. Eso justifica una caída, no el abandono de la vía! No nos montemos películas, que si “es que creo que no soy lo suficientemente bueno para tí” que si “no veo nuestro futuro juntos” Coño, yo tampoco, no soy visionario. El caso es querer verlo, es querer descubrirlo, yo no me sé al detalle el camino de aquí a París, pero tengo confianza en que habrá señales en las carreteras y sabré leer las señales para llegar hasta allí.

Bueno, esto nos lleva de nuevo a las ganas. Entiendo que se acabe una relación porque se acaban las ganas. Luego si te interesa ya le dedicas el tiempo y el cerebro a descubrir por qué se acabaron las ganas, por si te interesa mejorar para la próxima vez. No hay obstáculo grande sino falta de ganas. Como dice la frase “quienes están dispuestos a hacer lo difícil tendrán una vida fácil” Claro, si no te asusta la dificultad y te pones a ello, qué te va a costar hacer en tu vida?

Y habiendo ganas también nos joden los traumas personales. Para mí es claro que “Nadie te va a querer más de lo que te quieras tú mismo”, aquí es cuando vienen los complejos, la falta de autoestima y las relaciones que no entiendo. Cuando uno no sabe ver su propia valía se regala. Y peor que regalarse es creer que no se puede aspirar a nada mejor, que uno no vale más que lo que tiene. Y entonces nosotros mismos nos bajamos la altura de nuestro cielo y vivimos en un mundo estrecho y angustioso.

Señores y señoras, cada uno es libre de joderse la vida como quiera, pero molaría que nos tratáramos con más cariño, que nos reconozcamos lo que valemos, y que nos reconozcamos sobre todo, la más que segura posibilidad de mejora, uno puede mejorar con el tiempo, eso espero y en ello pongo mi empeño. Quizá hoy no te veas a la altura de tu sueño, pero crees que puedes llegar a crecer hasta alcanzarlo? Tienes ganas? Pues entonces ponte a ello!! :)


Bien, si antes digo que no voy a escribir pergaminos antes me lo salto. Es que tocaba, que me parece muy bien que se acaben las cosas, pero no nos hagamos daño a nosotros mismos, no nos contemos películas de miedo, crezcamos cada día, mejoremos, no empeoremos, hagámonos más fuertes, no más débiles, más valientes, no más miedosos, aspiremos a todo!!

A disfrutar la vida!! :)

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