viernes, 12 de abril de 2013

Herramientas para la vida

Muy buenas a tod@s!

Hace tiempo que no escribo, mi vida de aventura que vuelve a subir las revoluciones y no me dan las horas para todo lo que puedo y quiero hacer :) Es especialmente cuando estamos a tope cuando tiene más sentido tomarse los descansos para respirar y pensar. Como creo que dice una frase “Medita media hora diaria, salvo que estés muy ocupado, entonces medita una hora entera”.

Hay un cuento que no sé si os he compartido. Lo cuento como lo recuerdo y con algún añadido mío.

Cuentan que había un grupo de leñadores que empezaron a trabajar en un bosque, iniciaban su jornada a las 8 y terminaban a las 17, con una hora para almorzar en medio. La primera semana mantuvieron ese ritmo de trabajo y cumplían los objetivos del trabajo. La segunda semana algunos leñadores empezaron a no llegar a los objetivos y al finalizarla decidieron aumentar el tiempo de trabajo para conseguir cumplir los objetivos fijados. Así, decidieron terminar más tarde su jornada laboral. Estuvieron así dos días y ni con esas conseguían alcanzar los objetivos. Más leñadores empezaron a no cumplir sus objetivos y empezaron a ampliar su tiempo de trabajo. Decidieron reducir su tiempo de almuerzo. Dos días después empezaron a desesperarse porque ni con esas cumplían los objetivos. Algunos empezaron a acudir antes a trabajar, otros alargaban aún más horas el final de la jornada. Seguían sin alcanzar los objetivos del trabajo diario. Empezaron a preguntarse si el bosque estaría encantado.

Uno de los leñadores se dio cuenta que aún había uno de sus compañeros que no había modificado en nada su ritmo de trabajo y extrañamente sí estaba cumpliendo sus objetivos, que eran iguales para todos. Pensaron que quizá le había tocado una zona más fácil de trabajo, que tenía suerte, que quizá hacía trampas... Pasados los días, vieron que nadie conseguía alcanzar los objetivos menos él. Además se dieron cuenta, que a la hora del almuerzo, dedicaba media hora a comer, y después se encerraba en una caseta la otra media hora. Les intrigaba saber qué hacía ahí dentro, ¿magia? ¿brujería? ¿trampas? Algunos leñadores decidieron ir a preguntarle.

¿Es verdad que tú sigues cumpliendo los objetivos del trabajo? ¿no has modificado en nada tu jornada laboral? ¿Tu zona es más fácil? ¿Tienes algún tipo de ayuda o secreto? ¿Haces magia? ¿Qué haces en la caseta esa media hora diaria?

El leñador sin más les respondió, no es magia, ni suerte, ni ayuda secreta; durante esa media hora al día me dedico a afilar mi hacha.

Me encanta este cuento, me encanta el alto rendimiento, no se trata de hacer más, sino de hacerlo mejor. Todos tenemos un tiempo diario igual y limitado, de nosotros depende cómo lo usamos y de qué herramientas nos valemos para ello. Como el chiste del vasco que compra una sierra eléctrica que le garantiza 30 árboles al día. Pasados los días vuelve a devolverla porque dice que él no consigue pasar de los 25 árboles al día. El vendedor extrañado mira la máquina y la enciende para comprobar que todo está correcto. Al oír el ruido el vasco dice: y ese ruido?? Conmigo no hace ese ruido!

Pues eso, que no sólo es tener las mejores herramientas, también es saber usarlas. Y de aquí nos vamos al Jeet Kune Do de Bruce Lee. El maestro Lee desarrolló su propio repertorio de técnicas, decía que no temía a nadie que conociera mil patadas diferentes, sino a aquel que hubiera dado la misma patada mil veces. Escogió unas pocos movimientos y se dedicó a entrenarlos y practicarlos hasta la perfección. De las artes marciales, del kung fu, que se puede traducir como el arte de la vida, se puede aprender muchísimo. Aprende, practica, entrena, perfecciona, domina, y después olvídalo. Cuando realmente has dominado un gesto no tienes que pensar en hacerlo, cuando la situación lo requiere sale de manera natural, sin pensar, sin intención, sin esfuerzo, fluye. Ese es el camino del Kung Fu tal y como yo lo entiendo ahora. Y esto no sólo vale para gestos físicos, Bruce Lee fue un gran filósofo y pensador, un grande de la vida. Esto vale para todo, el kung fu es vida.

Bueno, después de toda esta intro... quería contaros algo de las herramientas que estoy desarrollando. Creo que todos tenemos muchos dones, apreciar las cosas y relacionarlas es una gozada. De mi licenciatura en bioquímica, quizá no encontréis mucha relación con la vida que llevo, salvo la  insaciable curiosidad por la vida y sus detalles. Bueno, pues mucho aprendí y mucho me llevo. De mi paso por Decathlon también. Creo que esos han sido dos de los más influyentes en las herramientas que estoy desarrollando ahora, unos cuadernos de trabajo para gestionar nosotros mismos nuestra motivación, nuestras ganas de vivir, nuestra percepción de la vida y nuestro disfrute de la misma.

De la carrera han influido en esta idea los cuadernos de laboratorio, aquellos donde apuntabas todo lo que hacías cada día al fin de llevar un registro y así poder replicar los experimentos. Después poder volver a consultar todos los procedimientos y resultados y plantear las hipótesis.

Justo dejé la carrera cuando terminé mi primer cuaderno de laboratorio. El día que empecé a vivir mi vida de aventura comencé a llevar una agenda donde apuntar lo más relevante que ocurría en cada día de mi nueva y emocionante vida. No siempre era tan apasionante, hay semanas que no tengo nada escrito, no sé si porque estaba tan atareado que no tenía tiempo para escribir o porque realmente no pasó nada relevante. Al año siguiente, volví a terminar la carrera. Ese año hice tres cuadernos de laboratorio y no llevé ninguna agenda personal. Mi vida se redujo a terminar la carrera en un año, pasaba todo el día entre la facultad y el laboratorio. Cuando acabé la carrera volví a llevar una agenda personal. Retomé registro de la vida de mis días. Desde entonces tengo 5 agendas anuales repletas de grandes momentos :)

De mi tiempo como responsable en Decathlon, recuerdo con cariño nuestro cuaderno de pasación. Me parece una herramienta muy interesante. Un cuaderno donde apuntamos los quehaceres diarios, el objetivo del día, los retos, el histórico del año anterior. En fin, un cuaderno de avance, un cuaderno de referencia. Me extraña que en otros trabajos no lleven registro de lo que hacen y los objetivos del día. Si no sabes donde has estado, quizá sabes donde estás, y no sabes a dónde vas... no te sientes un poco perdido? Como medir tu avance o retroceso sin referencias??

Hay muchas herramientas de mejora personal, al nivel que queramos. A mi me encantan los cuadernos, tengo ni sé cuántos. Estoy disfrutando como un enano de diseñar y crear nuevos cuadernos gracias a la encuadernadora que me han regalado. Esta entrada se ha alargado un poco, y explicar todos los cuadernos que llevo creados merece una entrada propia. En breve, en un par de días creo que ya estará lista :) Entonces explicaré en qué consiste cada cuaderno y cómo usarlo. Además de comentar los beneficios de la escritura :)

Mientras tanto, quedaros con la idea que la motivación es algo personal, por eso el objetivo del pack es servir de ayuda a la autogestión de la motivación por uno mismo.

Motivación para disfrutar mejor la vida!! :)


 Nadie puede motivarte... hasta que te motives tú mismo.

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